Bloqueos y resacas literarias.

Sí, sé que hace demasiado tiempo que no daba vueltas por la bloggosfera. Y tengo mis motivos, uno en particular: no leí absolutamente nada en casi dos laaargos e interminables meses, porque no se me antojaba, o porque nada me llamaba especialmente la atención. Y tal vez muchos se horroricen o crean que la estoy pasando muy mal por ello, y en parte puede que sí, porque perdí el tiempo que podría haber usado para achicar mi lista de pendientes; pero no siento que se acaba el mundo o algo por el estilo. De esto quería hablarles. Además, nunca hago una de estas reflexiones o debates, que personalmente, amo leer.

Creo que todo lector pasa por ese punto en su vida en el que no tiene ganas de leer, nada lo engancha o siente que no puede comenzar con una nueva historia. Pero ¿por qué son mal vistas estas situaciones? ¿Por qué nos sentimos mal cuando decimos que leímos tan sólo dos libros en uno o dos meses? ¿Por qué queremos ocultar nuestras inexistentes ganas de leer? ¿Eso nos hace menos lectores? ¿Por qué sentimos vergüenza de estos "paros"? 

A mi parecer que esto ocurra va más allá de la vida lectora, tiene que ver con nuestra vida personal. Algo nos está diciendo "BASTA. PARÁ, POR FAVOR" y nosotros lo ignoramos y nos forzamos con la última novedad del mes o el clásico más antiguo.  Pero ¿por qué? ¿Acaso va a venir alguien a dañarnos si no cumplimos con las expectativas del resto? (Hablando en términos de lectores, obviamente. No me quiero ir por las ramas).

Si estamos pasando por algún mal momento, y tal vez lo queremos tapar con la lectura, el problema no se va, claramente. Intentamos leer y nos distraemos, o avanzamos y terminamos odiando el libro en cuestión (¡Pobre! Él no tiene la culpa). ¿Por qué? Desde mi punto de vista, el consumismo que promueve internet, también llegó al ámbito de la literatura, y queremos más, más y más. Y también está el hecho, de que se ha impulsado una especie de competencia entre los lectores, por ej: quién lee más libros en un mes, quién lee más rápido un libro de 500 páginas, cuántas sagas se es capaz de terminar en una temporada, y un interminable etcétera. Pero ¿quién gana la competencia? ¿Y qué gana? ¿Se es mejor lector por jamás haber interrumpido la rutina? ¿Y qué ocurre con el que pasó por baches? El que en miles de intentos, no ha podido engancharse con una novela a la que le tenía muchísimas ganas ¿será un mal lector?

No creo ser alguien para aconsejarles, pero como siguen mi blog y se dan una vuelta por acá, de vez en cuando, los invito a que reflexionen este tema. Leer es algo tan hermoso, que nadie debería autoimponerse. 

Cuéntenme su opinión acerca el tema. ¿Ustedes también han pasado por estos "bloqueos lectores"? ¿Cómo lo han tomado?